mapa angélico
El viento es una de las formas de tu voz,
suave y cadencioso, endulzador de palabras
convertidas en pétalos;
mi tierra es una de las formas de tu cuerpo,
suaves ondas que acarician, acogen y te
hacen sentir seguro y en casa;
el mar es una de las formas de tu alma,
profundo y nutriente, oyente atento del
que busca refugio en su profundidad inmensa;
la luna es una de las formas de tu corazón,
misteriosa y pura, simple y prodigiosa;
el sol es también una de las formas de los ojos
de mi Angélica: te alumbran, te queman, te brindan
la vida o te dejan sin ella.
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