Departamento de Atlántico apuesta a la transformación de atención pediátrica con la ESE UNA

En un hito para el bienestar infantil en el Departamento del Atlántico, la ESE Universitaria del Atlántico (UNA) emerge como faro de esperanza, fortaleciendo la atención pediátrica y redefiniendo el paradigma de la sostenibilidad en la asistencia médica a los más jóvenes.

Con la  gestión liderada por la Gobernadora Elsa Noguera, se viene forjando un sendero en el cuidado pediátrico, desafiando las tendencias nacionales y materializando una renovada perspectiva de atención médica infantil.

En un contexto donde la viabilidad económica ha orillado a otros sectores a cerrar las puertas de sus servicios pediátricos, la ESE UNA tiene un bastión de resistencia. Noguera recalca que este enfoque único en los más pequeños del Atlántico ha logrado rescatar más de 10.300 infantes, un testimonio del impacto  que estos servicios han dejado en las familias de la región.

El antiguo Hospital Niño Jesús acoge con  97 camas hospitalarias dedicadas a los más jóvenes. Sumado a ello, otras sedes bajo el estandarte de la ESE UNA aportan 45 camas pediátricas adicionales, conformando un total de 152.

Alma Solano, Secretaria de Salud del departamento, subrayó que la confianza de los padres en estos servicios es fundamentada. La ESE UNA no solo preserva vidas, sino que también teje una red de seguridad para las familias que enfrentan desafíos médicos. Las historias de aquellos que han atravesado por este sistema de cuidado no son meras anécdotas, sino testimonios conmovedores de una atención médica.

Cindy Andrade, madre de una niña de ocho años bajo la atención de la ESE UNA, comparte su gratitud hacia los médicos que han sido más que guardianes de la salud. Para Cindy, la experiencia ha sido un canto de alabanza a la excelencia médica y a la humanidad inherente en el cuidado pediátrico. "Desde el momento en que cruzamos las puertas, mi hija ha sido atendida con una dedicación inquebrantable. Los médicos han mostrado un compromiso sin igual hacia la salud de mi hija. Mi gratitud por su atención y los servicios brindados es inmensurable", compartió emocionada.

La ESE UNA se erige así como una historia de éxito tangible, un relato de transformación que pone de manifiesto el poder de una visión centrada en la niñez y la inversión en su bienestar. En un panorama de incertidumbre, este bastión de atención pediátrica proyecta un haz de luz, marcando una senda hacia un futuro más saludable para las generaciones venideras en el Atlántico.